domingo, 23 de enero de 2011

Los domingos.

Caminando calle abajo iban Carlita y Carlitos, cabizbajos. Carlitos pateaba pequeñas piedras, Carlita hablaba:
-Ya no quiero sentir nada, me cansa sentir cosas... Me cansa pensar, me cansa sentir. Pero no me malentiendas, no me quiero morir, no.. Morir no quiero.. Quiero dejar de sentir... Aunque parece ser que para vivir necesitas sentir, y para sentir, necesitas vivir... Quisiera que pudiéramos elegir sólo una de las dos...
Carlitos parecía no escuchar, pero entonces, respondió:
-Piensa en de qué serviría la vida si no la pudieras sentir.
-Sí, por eso. Pero eso no lo hace más bonito.
-Pero lo hace más interesante.
Carlitos tomó la mano de Carlita y juntos dieron vuelta en la esquina, perdiéndose tras ese gran edificio azul grisáceo.

No hay comentarios: